La emperatriz romana Livia Drusilla (57 a. C-29 a.C, imagen superior) dio a luz a Druso el Mayor, el futuro padre del emperador Claudio, a los tres meses de su boda con Augusto. Como se dice coloquialmente en España se casó de penalty. Puesto que Livia se acababa de divorciar de su primer marido y primo suyo Tiberio Claudio Nerón, quien se la ofreció a un locamente enamoradizo Augusto a cambio de que se olvidara su apoyo al entoces defenestrado Marco Antonio, era evidente que o bien el pequeño no era hijo del César o éste había mantenido relaciones adulteras con su madre. La afición de la plebe romana por el cotilleo y el morbo hicieron que en los días siguientes a la boda las paredes de Roma aparecieran maquilladas por pintadas y pasquines que proclamaban: <<Hay gente afortunada que solo precisa de tres meses para asegurarse la sucesión>>.
Evita alterar el vuelo de los vencejos
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Y, al fin y al cabo, la vida es esto. Un poco de resignación y su otro
pellizco de rebeldía, días en los que el mundo parece terminarse y otros en
los...
Hace 1 semana
Buen post, la época de Augusto y su Familia Imperial es fascinante
ResponderEliminarSaludos
@ Morgana LeFay
ResponderEliminarGracias por el elogioso comentario y por tu visita a mi bitácora.
Saludos