martes, 9 de febrero de 2010

Veleia sale del fango

López de Lacalle presenta en las Juntas el nuevo plan director del yacimiento - La Diputación dedicará 400.000 euros al poblado romano

Una de las zonas de las excavaciones arqueológicas de Iruña-Veleia.

TXEMA G. CRESPO - Vitoria - 03/02/2010

La ciudad romana de Iruña-Veleia y las excavaciones arqueológicas que allí se están realizando comienzan a salir del fango en el que llevan inmersas casi dos años, después de que se confirmara que las "excepcionales" inscripciones que se presentaron en 2006 son una simple falsificación. La diputada de Cultura, Lorena López de Lacalle, presentó ayer en las Juntas Generales alavesas el contenido íntegro del plan director, redactado por la UPV, que regirá la excavación los próximos diez años y que supondrá una inversión foral de 400.000 euros.

Parece así que se va terminando el culebrón del caso Veleia, aunque aún quedarán por verse nuevos episodios protagonizados por el arqueólogo Eliseo Gil, quien presentó al público centenares de piezas de distintos materiales con inscripciones en euskera y latín vulgar, jeroglíficos egipcios, referencias cristianas y célticas, etcétera que revolucionaban supuestamente la historia de Roma y que se ha demostrado que no son verdaderas.

Su empresa, Lurmen, SL, interpuso ayer un recurso ante el juez para que paralice el desarrollo del convenio entre la Diputación y la UPV con el fin de impedir que otro equipo investigador entre en el yacimiento.

Pese a estas rémoras, el futuro de Iruña-Veleia no tiene marcha atrás. El Gobierno vasco ya ha respaldado el plan director, y se está a la espera de la respuesta del Ejecutivo español y del Ayuntamiento de Iruña de Oca, "sin olvidar empresas privadas", añadió López de Lacalle, quien insistió en poner en valor la dimensión histórica del enclave.

Tras casi dos años con las excavaciones paradas, en principio, el nuevo equipo que dirige el profesor de la UPV Julio Núñez, un referente en estudios romanos del Departamento de Arqueología de la UPV, limpiará y restaurará todo el yacimiento para abrirlo al público cuanto antes. Además, multiplicará por cien el espacio visitable hasta alcanzar 17.000 metros cuadrados. "El reto es tener para la primavera próxima una herramienta que ofrezca un escenario de futuro a Iruña Veleia", explicó la diputada.

En esta nueva etapa se pretende contextualizar Iruña Veleia en el marco de la Vía Astorga-Burdeos, de la que era una estación estratégica. Para ello se propone presentar al público el marco general de la ciudad con su entrada y salida, con un contexto que la ubicará en relación con los pueblos pre-romanos de la zona.

Otro de los pilares de la propuesta presentada por la UPV son la integración de la muralla; su restauración, conservación y rehabilitación; la conexión directa de Veleia con el Bibat para multiplicar las posibilidades que encierra el enclave, y complementar el yacimiento con el paseo natural por la zona de Trespuentes para conformar un eje de atracción integral.

Fuente: El País 03-II-2009

lunes, 18 de enero de 2010

Roma en el Nuevo Mundo

Detalle del denominado Atlás Catalán, atribuido al judío mallorquín Cresques Abraham (c. 1370, Biblioteca Nacional de Francia, París)

Durante siglos pueblos como los fenicios, egipcios, cartagineses, griegos y romanos entre otros surcaron de norte a sur y de este a oeste las aguas del Mediterráneo y sus costas. Aquellos pueblos marineros, con la luz de las estrellas como única guía trajeron, llevaron y comerciaron sus mercancías, mientras a la par, de un modo apenas perceptible y silencioso, esparcían la semilla de su cultura, tradiciones y religiones por toda la cuenca mediterránea dando lugar a una gigantesca vorágine donde mitos, leyendas y fantasías se aglutinaron y mezclaron dando lugar a otros nuevas. Así cada generación de civilizaciones y pueblos asimilaba y adoptaba parte de la cultura, conocimientos y tradiciones precedentes y las incluía en las suyas propio; cuyo ejemplo más representativo sería la adopción del alfabeto fenicio por la lengua de Heródoto.

Representación alegórica del descubrimiento de América, que en forma de mujer reposa en una hamaca. Joan Stradanus, Nova Reperta, Biblioteca Nacional, Madrid.
Estos pueblos tuvieron conocimiento desde muy pronto de que su “mare nostrum” tenía una salida situada al este que los comunicaba con un gran mar desconocido y peligroso, del cual surgían de tanto en tanto pueblos bárbaros y violentos para abalanzándose sobre las ciudades mediterráneas cual plagas de langostas sobre los campos de cereales. Esta puerta ceñida por las columnas de Hércules supuso durante mucho tiempo el umbral final de la mayoría de las expediciones comerciales, del que tan solo unos pocos atrevidos se atrevían a atravesar. Con los siglos leyendas y prohibiciones encadenaron las puertas al más allá, fantástico y lleno de incertidumbres. El griego Platón “el de las anchas espaldas” relataba que más allá del estrecho se encontraba la Atlántida, un continente hundido por una sucesión de cataclismos allende los brumosos tiempos heroicos, y de la que tan solo quedaban como triste recuerdo las cumbres de sus cordilleras. Platón describió en dos de sus diálogos: Timeo y Critias, que había existido una isla más grande que Asía y Libia juntas, la cual se encontraba a poca distancia de las costas africana y española. El relato sucesivo se estructura a través de una sucesión de elementos fantasiosos: su origen, gobernantes, riquezas y su destino final.

Durante la conquista de América, muchos cronistas intentaron dar con una explicación plausible al origen de este nuevo mundo relacionándolo con la utopía atlante o con las noticias de distantes e inexploradas tierras proporcionadas por los eruditos de anteriores generaciones, generalmente recopiladores del saber clasíco. En palabras del ensayista y crítico uruguayo Fernando Ainsa «América se convierte en un campo de experimentación práctica y de ratificación objetiva de lo imaginado con anterioridad, desde el bestiario fantástico a la prospera Jauja» Así el navegante y erudito pontevedrés Pedro Sarmiento de Gamboa, que exploró el estrecho de Magallanes, escribió en su Historia Índica: «…Queda de aquí que las Indias de Castilla fueron continentes con la Isla Atlántida»; igualmente Francisco López de Gómara, capellán de origen soriano y biógrafo del conquistador extremeño Hernán Cortés, afirma sin reparo en su obra Historia General de las Indias que América: «…son la isla y tierra Firme de Platón, y no las Hespérides ni Ofir y Tarsis, como muchos modernos dicen. »


Mapa Mundi a partir de la Geographia de Ptolomeo. Copia de Johannes de Armsshein, Ulm, en 1482.

Asimismo el filósofo y científico Aristóteles cuenta que el Senado de Cartago prohibió bajo pena de muerte las expediciones a una distante isla del océano Atlántico: «…Por el mismo tiempo, como algunos cartagineses partiesen de España por mar, (…); tomando la derrota entre poniente y mediodía y vencidas las aguas bravas del mar Océano, con navegación de muchos días descubrieron y llegaron a una isla muy ancha, abundante de pastos, de mucha frescura y arboledas y muy rica, regada de ríos que de muy montes empinados se derribaban, tan anchos y hondables que se podía navegar. Por esto y por estar yerma de moradores, muchos de aquella gente se quedaron allí de asiento, los demás con su flota dieron la vuelta, y llegados a Cartago, dieron aviso al Senado de todo (…) Esta isla creyeron fuese algunas de Canarias; pero ni la grandeza en particular de los ríos, ni la frescura concuerdan. Así los más eruditos están persuadidos es la que hoy llamamos de Santo Domingo o Española, o alguna parte de la tierra firme que cae en aquella derrota; y más cuidaron ser isla, por no haberla costeado y rodeado por todas partes ni considerado atentamente sus riberas.» (P. Juan de Mariana, Historia General de España, Libro II, Cap. II)

El cordobés Séneca, en su obra Medea, predecía el siguiente dictamen, el cual fue utilizado por la corona castellana durante el siglo XVI para legitimar la conquista y evangelización del Nuevo Mundo: «Siglos vendrán, de aquí a muchos años, en que el océano aflojara las ataduras de las cosas y aparecerá gran tierra y Tifis descubrirá nuevos mundos, y no será Thule la última tierra.»

Por otra parte, en el siglo IV el poeta romano Rufo Festo Avieno compuso el poema "Ora maritima", en el que declamaba: «… Afirma el gran Cartaginés Himilco / Que apenas esos mares, en el tiempo / Podrán de cuatro meses ser pasados; / Como por la experiencia probó él mesmo. / Aquí las naves dilatadamente / Son impelidas de ningunos vientos. / Tan tarda es el agua, el mar tan perezoso, / Que confunde y espanta los ingenios; / Y añade que hay entre las blandas fauces / De algas marinas verde pavimento / Que a veces, como yerba, de las naves / Impide el curso contra vela y remo; / Pero no obstante, dice, no penetra / Lo profundo del mar: antes el suelo / Apenas cubre el agua; y siempre vaga / La fuerza, va su oposición venciendo… »

Entre los siglos XV y XVI, un nuevo movimiento, que a la par que recorría Europa, afectaba a todos los campos del saber humano, y trastocaba la propia concepción del ser humano sobre si mismo y respecto a Dios y al mundo que le rodeaba. Iniciado en la centuria anterior en la ciudad italiana de Florencia, recién salida de la Peste Negra se caracterizó por la revitalización de los conceptos y elementos de la cultura grecorromana, razón por la cual recibió el nombre de Renacimiento, en clara contraposición con la Edad Media a la que se tachó de bárbara y gótica. Se leían con fruición los clásicos: Platón, Aristóteles, Cicerón, Plinio el Viejo, Tolomeo…; muchos de ellos procedentes de los anaqueles polvorientos de los monasterios; del contacto con la civilización musulmana, cuyo modelo más notable sería la escuela de traductores de Toledo; y paradójicamente, de la emigración que muchos sabios bizantinos hicieron a tierras de Italia tras la conquista de Constantinopla por los otomanos en 1453.

"Golfo de México en una de las secciones de la Carta Universal de Sancho Gutiérrez", 1551. Biblioteca Nacional de Viena.

Durante la conquista indiana, los cronistas del Nuevo Mundo no pudieron sustraerse a estas influencias, y así en sus escritos se apoyan en el concepto de “autoritas” de los escritores clásicos para encontrar referentes directos de aquellas nuevas tierras. Había una constante comparación entre los conocimientos de la Antigüedad clásica y la visión del Nuevo Mundo, reflejado todo esto en las crónicas sobre la conquista:

«…como natural de Cuzco, que fue otra Roma en aquel Imperio,… » (Comentarios Reales, Inca Garcilaso de la Vega); o hablando sobre el panteón inca «Y así vinieron a tener tanta variedad de dioses y tantos que fueron sin número, y porque no supieron, como los gentiles romanos, hacer dioses imaginados como la Esperanza, la Libertad, la Paz y otros semejantes,…» (Ídem)

«Esto canta Séneca en sus versos, y no podemos negar que al pie de la letra pasa así…» (Historia natural y moral de las Indias, José de Acosta)

No solo los clásicos aparecen como soporte y bastión de defensa de las especulaciones de los cronistas de las Indias respecto a América, sino que intervinieron en la formación de algunos mitos novomundinos, sea el caso de las amazonas, descritas por primera vez en la monumental obra del historiador griego Heródoto allá por el siglo V a.C. y aparecidas de la mano de Cristóbal Colón en tierras americanas; y la leyenda de los caníbales, cuya primera mención en la historia occidental nos lleva al militar y filósofo ateniense Jenofonte también por el siglo V a.C.

Fuentes consultadas:

ARMAS F., Julio, Jirones de un sueño (Los mitos de la conquista de la Indias), Editorial Belacqua (Grupo Norma S.A.), Barcelona, 2003.

BERNABÉU ALBERT, Salvador, Expediciones marítimas españolas. La aventura de lo imposible, Lunwerg editores, 2000.

CHOCANO MENA, Magdalena, La América colonial (1492-1763). Cultura y vida cotidiana, Ed. Síntesis, Madrid, 2000.

SERNA, Mercedes, Crónicas de Indias, Letras Hispánicas, Ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.), Madrid, 2000.

domingo, 6 de diciembre de 2009

"De Roma a Gades": Juego didáctico multimedia

Desarrollado en colaboración con la Consejería de Cultura andaluza por la Consejería de Educación y cuya parte ejecutiva a corrido a cuenta del Gabinete Pedagógico de Bellas Artes de Sevilla, "De Roma a Gades" es un juego multimedia en flash sobre cultura clásica consistente en un itinerario que sigue el trazado de la Vía Augusta, calzada que comunicaba las ciudades de Cádiz y Roma, que se va culminando a medida que se responde a una tanda de preguntas que se plantean. De fácil manejo, manifiesta una intención claramente didáctico por lo que será particularmente útil para aquellos profesores de las asignaturas de Cultura Clásica, Historia y Latín que deseen introducir en su planes de estudio el concepto de Educación 2.0, y por supuesto a todo aquel que desee aprender mas sobre la fascinante Historia de Roma.

Hasta seis jugadores pueden participar de manera simultanea en el juego, eligiendo cada uno de ellos, como aurigas, el color de un carro. La temática de las preguntas se estructura en seis campos: Historia, Geografía, Espectáculos, Historia del Arte, Literatura y Costumbres. Cada vez que respondes correctamente a una pregunta de un campo, un dios vinculado al tema de la pregunta (Apolo, Saturno, Minerva,...) te entregara un premio. Cuando llegues a Gades, tu destino final, tendrás que haber reunido los seis premios existentes, para poder superar la prueba. En el caso contrario, tu auriga tiene que dar media vuelta y empezar desde la población de Castulo.

El único defecto que se le puede achacar a este juego es que la temática de sus preguntas deriva en muchas ocasiones hacia la Andalucía romana, lo que impide que foráneos a estas tierras, sea mi caso, se las vean y se las deseen para poder responder en que dirección está orientada la puerta romana de Carmona.

Juego on-line:


Descarga en ZIP:

martes, 1 de diciembre de 2009

Tomando las uvas de Nochevieja con los mapuches Ruta Quetzal 2009 (I)



Fotografía que ilustra la cabecera de esta bitácora. La Ruta Quetzal frente al Acueducto romano de Segovia (Segovia, 19/7/09)

Este mes de junio he tenido la oportunidad de disfrutar la inigualable experiencia que supone la "Ruta Quetzal", un programa de estudios y aventura creado por el reportero y aventurero de origen madrileño Miguel de la Quadra-Salcedo en 1979 a sugerencia del rey Juan Carlos I de España con el objetivo de de consolidar entre la juventud de 16 y 17 años los cimientos de la Comunidad Iberoamericana de naciones entre todos los países de habla hispana, incluidos Brasil y Portugal. Gracias a él, y a lo largo de veintidós años, cerca de 8.000 jóvenes europeos, americanos y de países tan distantes entre sí, tanto cultural como geográficamente, como Marruecos, Guinea Ecuatorial, Filipinas y China han tenido la oportunidad de descubrir las dimensiones humanas, geográficas e históricas de otras culturas.

Bajando al puerto gaditano desde el buque de la Armada Española "GALICIA"

Itinerario de la Ruta Quetzal 2009 por tierras españolas (Madrid, Valencia, Cártagena, Malaga, Cádiz, Sevilla, Madrid, Buitrago de Lozoya, Rascafría, Segovia, Coca, Olmedo, Cuéllar, Peñafiel, Monasterio de Valvanera, San Millán de la Cogolla, Madrid)


"Presumiendo de contactos "principescos" junto a los Príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Leticia Ortiz, con ruteros de Argentina, España, República Checa y Brasil. (Palacio del Pardo, Madrid, 9/7/09) Yo soy el más feo, pero quizá el más listo. Esto último significaba que en la Ruta que mi lacra estética me permitía ser el confidente intimo de todas las chicas de la Ruta ;=); mientras que mi segunda cualidad implicaba que me las montaba de tal manera que llegaba el primero a comer y al baño (Oh, horribilisima imagen la de ver los aseos después de que 300 ruteros sudados y deseosos de aliviarse pasaran por ellos); que siempre había junto a mí un .... amable compañero dispuesto a dejarme su jabón y su papel higiénico, y así un largo etcétera."

Con mis compañeros del grupo 10 y nuestro monitor Juan (de azul) en la localidad vallisoletana de Olmedo junto a un olmo centenario, el cual según cuenta la tradición dio nombre a la villa, en los últimos días de la Ruta.

«Como anécdota de la recepción real a los miembros de la Ruta Quetzal en el palacio del Pardo por los Principes de Asturias, permitidme contar como un colombiano de mi grupo, que además de proporcionarnos un oloroso concierto durante toda la recepción debido a su intolerancia digestiva a la comida "española", estuvo a un tris de provocar un incidente diplomático, sino bastante mediático. Sucedió que en el momento de entrar los Príncipes en el Patio de los Borbones, una bella estancia acristalada de estilo renacentista utilizada para actos oficiales, al susodicho rutero no se le ocurrió, viendo la extrema delgadez de la Princesa , otra cosa que gritar a grito pelado, en medio de las ordenadas y sonrientes filas de ruteros dispuestas para ofrecer su mejor cara a las cámaras y en un aterrador silencio tan solo roto por los flashes de los fotógrafos acreditados, con un acento que desearía reproducir y que reverbenó por toda la estancia: ¡Está flacaaaaaaa la señoraaaa! Como comprenderán entre 300 adolescentes cansados de esperar y acalorados del viaje en autobús, es normal que surgiera una carcajada unánime. Todavía no me explico como los medios de comunicación pudieron transformar este escandaloso episodio, convertido rápidamente en una leyenda de campamento de la Ruta Quetzal, en un<<...La alegría se dispara cuando aparecen el Príncipe Felipe y la Princesa Leticia...>> en palabras de un periodista perteneciente al grupo Vocento. Para que luego digan que no existe la censura real.»
Campamento de la Ruta en la sede del Canal de Isabel II (10/7/09)

En la ruta de este año hemos conmemorado el descubrimiento en 1574 realizado por el marino español Juan Fernández del archipiélago en el Océano Pacífico que posteriormente sería bautizado con su nombre; el rescate en 1709 tras permanecer en estas mismas islas más de cuatro años del marinero escocés Alexander Selkirk, quien inspiraría posteriormente el personaje de Robinson Crusoe al escritor Daniel Defoe; y el cuarto centenario de la invención en 1609 por parte de Galileo Galilei del telescopio, instrumento que cambiaría espectacularmente el rumbo de la Astronomía.


Panorámica del trabajo histórico con el que concursé en la Ruta Quetzal titulado "La Ciudad de los Césares: Oro, Fe, e Ilusión" Podéis leerlo aquí.

lunes, 23 de noviembre de 2009

A esto vine, esto hago, a esto me llevan todos los días

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<<Morirás. Esto es naturaleza del hombre, no pena. Morirás. Derecho es de las gentes volver lo que recibiste. Morirás. Peregrinación es la vida; cuando hayas caminado mucho es forzoso volver. Morirás. Entendí decías alguna cosa nueva. A esto vine, esto hago, a esto me llevan todos los días. La naturaleza en naciendo me puso este término, ¿qué tengo de poderme quejar? A esto me obligué. Morirás. Necedad es temer lo que no puede estorbarse. Esto no lo evita quien lo dilata. Morirás. Ni el primero ni el postrero. Muchos murieron antes de mí, todos después. Morirás. Este es el fin del oficio humano. ¿Qué soldado viejo se enojó de que le licenciasen? Adonde va el mundo voy yo. ¿Pues ignoro yo que soy animal racional mortal? Con esta condición se engendra todo. Lo que empezó se acaba. Morirás. ¿Por qué es molesto lo que se hace una vez? Conozco el caudal por ajeno, no por mío. Finalmente yo hice este concierto con el acreedor de que no puedo quejarme. Morirás. Mejor lo hicieron los dioses, pues nadie me puede decir que moriré que no sea mortal>>;. (Séneca)

(Fotografía de Bhistoriaromana)

jueves, 29 de octubre de 2009

El Vaticano en la red, Urbi et interneti




Artículo por Ricardo Bada, en el
Malpensante.com.

El santo ocio o la necesidad de sobrevivir han llevado al Vaticano a modernizarse. Entre las medidas, este diccionario de latín contemporáneo.

¿Saben cómo se llama el básquet en latín? ¿No? Pues se llama follis canistrique ludus, se lo juro, y bestseller se dice liber máximus divénditus, los blue jeans son bracae línteae caerúleae, y en fin, la minifalda es una tunícula mínima. Para que vean que el latín también se aggiorna.

Así las cosas, como una azafata puede ser una de esas sonrientes señoritas que guían al público en los eventos públicos, y también la que atiende a los pasajeros de un avión, si la primera fuese vestida con hot pants, sería una vectorum adiutrix cum brevíssimae bracae femíneae, mientras que si la segunda lo es a bordo de un jumbo, será una aeria ministratrix in capacíssima aerinavis, donde corre escaso riesgo de encontrarse a un miles decíduus cum parvum subligáculum, es decir: un paracaidista vestido solo con un slip, aunque puede que sí munido de su umbrella descensória, o sea, de su paracaídas.

Se preguntarán a qué se deben mis conocimientos de este latín que más que aggiornado casi parece uptodatezado. Y les contesto que ello tiene que ver, fundamentalmente, con el hecho de que la Iglesia católica –¡ojo!, ella como tal, no la fe católica, tan respetable como cualquier otra– siempre me ha parecido una institución muy divertida, sobre todo ahora que carece de poder para quemar brujas y herejes. Por eso, desde hace algún tiempo, me he convertido en un asiduo del dominio web del Vaticano, y es ahí donde encontré el diccionario de italiano-latín que me provoca continuas carcajadas. Y como soy muy solidario, deseo compartir mi regocijo.

Reconozcamos de entrada que lo de poner al día el latín es lógico, si como, según parece, el papa Ratzinger quiere dar marcha atrás en la rueda de la Historia, al menos en la de su Iglesia. Este papa es inteligente y sabe que la tal rueda también tiene marcha atrás, pero el idioma no. El idioma y el tiempo son las dos únicas entidades indómitamente independientes y totalmente autárquicas: para nada dependen de nosotros, antes al contrario. Conque si el papa quiere que su Iglesia vuelva al ayer, también sabe que tendrá que hacerlo con un idioma puesto al día.

Lo que quizás resulte chocante es el tipo de criterios a emplear en esa actualización idiomática.

Hay palabras donde funciona el recurso de echar mano a la toponimia: un hidalgo pasa a ser un nóbilis Hispanus; una lady, una Ánglica múlier conspícua; una mazurca la saltátio Polónica; un poncho el páenula Americana; el vodka una válida pótio Slávica; y un safari una venátio Africana. También es archinatural que el agua de colonia se convierta en odoramentum Coloniense.

Pero ¿qué sucede con los objetos y actividades que en los gloriosos tiempos del latín ni siquiera podían imaginarse, como todos los reseñados al iniciar estas digresiones? Tal parece que la solución no fuese sino el descriptivismo macarrónico, y así lo demuestran inequívocamente el bidet, ovata pelvis; el magnetófono, máchina echóica; el claxon, sonorus autocineti index; el jeep, autocinetum locis iniquis aptum; los cheques de viajero, mandatum nummárium periegéticum; o el venerable tren, hamaxóstichus, con su currus dormitórius (obviamente coche-camas) y su currus cenatorius (obviamente coche-restaurante), eso para no hablar del dactilógrafo, machínulae scriptóriae peritus; del publicista, scriptorum vulgator; del barman, tabernae potóriae minister; del kamikaze, voluntárius sui interemptor; del psicólogo, humani ánimi investigator; y del volatinero en ala Delta, aerinavis velíferae gubernator.

Otro problema no desdeñable es el derivado de la evolución semántica de ciertos términos, de tal manera que a quienes nos relamemos degustando pasteles, pizzas y el postre favorito —entre otros— de Álvaro Mutis, se nos haría muy cuesta arriba imaginarlos, y no digamos ya deglutirlos, en sus respectivas formas neolatinas de placenta farta (tarta), placenta compressa (pizza) y pomorum placenta (strudel de manzana). “¿Un poquito más de placenta, señor?”. “No, gracias”, denegaríamos, con la sonrisa torcida.

Luego, en materia política, sí, el apartheid como segregátio nigritarum no está mal descrito, pero reducir el gulag a un simple campus captivis custodiendis viene a ser algo así como darle una bofetada sin mano a todas las víctimas del régimen que lo inventó. En tanto que oír definir al putsch como una subitánea rerum convérsio debe sonarle como música celestial a Pinochet (y a un par de felones de su calaña).

Y todavía mientras las palabras se presentan aisladas, los significados son más o menos deducibles a partir de la formulación, pero si nos sale al paso un texto donde se habla de un iúvenis voluptárius de la aerinavis celérrima societas al que se ha visto durante el éxiens hebdómada en una cénula subdivalis de un connotado gregalis latro, cuyos invitados terminaron algunos en una taberna nocturna y otros en un deversórium autocinéticum... ¿nos creemos con las agallas lingüísticas, con los arrestos lexicográficos suficientes, como para descubrir que se nos habla de un playboy del jet set a quien se ha visto durante el fin de semana en el picnic organizado por un famoso gángster (cuyos invitados terminaron algunos en un club nocturno y otros en un motel)? Y si un amigo nos cuenta que estuvo en la pellicularum cinematographicarum theca viendo una pelli armentariorum, además de pensar que es un gilipollas, ¿deduciríamos sin vacilar que estuvo en la cinemateca viendo un western (una peli de vaqueros, donde vaquero se dice armentarius)?

Para un disfrute mayor y ad líbitum, abran en internet la dirección www.vatican.va, y dentro de ella la sección en español, programando en la ventana de búsqueda la palabra latinitas, y en el menú de ella la entrada Fundación Latinitas, y dentro de esta Lexicon recentis Latinitatis, que abarca más de 15.000 neologismos traducidos al latín, y donde dice que han colaborado expertos de todo el mundo... la mayor parte de ellos grandes humoristas, según mi nada pía opinión.

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